martes, 31 de agosto de 2010

JOYA S EN EL GABINETE DE FERNANDO LUGO

Muchas críticas había generado la integración del cuerpo de ministros designados por el obispo Fernando Lugo, el cual fue calificado por partidos de la izquierda ortodoxa como un fiel reflejo de la línea conservadora y neoliberal que marcó su proyecto desde la campaña electoral. Un gabinete compuesto, en su mayoría, por fieles exponentes del neoliberalismo fue el resultado final de dos meses de deliberaciones y de dos años de propaganda mostrando al candidato como un clérigo marxista, exponente de la teología de la liberación.
Comenzó designando a un conocido agente del FMI y del embajador norteamericano James Cason, el economista Dionisio Borda, para dar continuidad a las políticas de su antecesor en cuanto al apriete fiscal a los pobres y la sumisión a las directrices de los centros de poder imperial.
Luego vino el liberal Martín Heisecke, en la cartera de
Industria y Comercio, premiado por ser su principal financista y “exitoso” empresario farmacéutico, además de haber facilitado su avión privado para los vuelos de la campaña electoral.
En el ministerio de Justicia y Trabajo fue nombrado Blas Llano, un partidario de la flexibilización laboral, verdadero castigo para la clase obrera que causó estragos en Latinoamérica durante la noche neoliberal. Nombrar a su compadre Cándido Vera Bejarano como su ministro de Agricultura, ha sido considerado una verdadera afrenta al movimiento sindical y campesino, según un pronunciamiento del Partido de los Trabajadores.
Los socialdemócratas financiados por la embajada norteamericana como Tekojoja, PPS y PDP, exponentes del camaleonismo político y del clientelismo han conseguido su tan ansiado cupo en la administración del Estado capitalista, donde el más resaltante exponente es Rafael Filizzola, designado para el Ministerio del Interior. Él tendrá a su cargo la tarea aplicar todo el arsenal jurídico de la criminalización de las luchas sociales y de reprimir todo aquello que afecte el orden y la seguridad que favorece los intereses de los ricos.
Tampoco tuvo una buena acogida el nombramiento de una ingeniera agrónoma y detractora del nacionalismo paraguayo, al frente de una cancillería que deberá hacer los reclamos nacionalistas prometidos por el obispo a la Argentina y Brasil en los temas de Itaipú y Yacyretá.
Integrante del entorno del presidente Juan Carlos Wasmosy, la ingeniera agrónoma Milda Rivarola se arrogó funciones de asesora en temas históricos de dicho gobierno, que entregó condecoraciones a miembros de la familia Rockefeller, vinculada a través de su empresa a la guerra del Chaco que se desencadenó por la posesión del subsuelo de la región. Rivarola, descendiente de Cirilo Rivarola (integrante del triunvirato cipayo nativo al servicio de las tropas mitristas y brasileñas que ocuparon Paraguay) también es conocida por sus vínculos con el grupo La Nación de Buenos Aires y por ser promocionada por organismos de penetración imperialista en Paraguay como USAID, que responden directamente a la embajada norteamericana:
(ver http://www.cird.org.py/periodico/200607/noticia27.php)
Rivarola también ha fracasado en los papeles que le tocó desempeñar en los gobiernos anteriores, según informes de la PNUD. El item en cuestión muestra que el 40 por ciento de las poblaciones cree que el gobierno fomenta la corrupción, y el 56 por ciento que el gobierno es ineficaz o no lucha contra el mencionado flagelo a pesar de la supuesta “capacidad” de la nueva Canciller.
Esta semana la situación fue más lejos al conocerse que en el gabinete del obispo también había delincuentes.
El futuro ministro de Educación y Cultura de Paraguay, el abogado Horacio Galeano Perrone, es un procesado por estafa que se encuentra impedido de abandonar el país, confirmaron el martes fuentes judiciales. Galeano Perrone, designado futuro ministro por el clérigo-presidente Fernando Lugo, se encuentra a un paso de un juicio oral si en una audiencia preliminar no se le aplica un procedimiento abreviado, explicaron las fuentes. El juez Rubén Ayala Brun ordenó medidas sustitutivas a la prisión contra Galeano como las prohibiciones para abandonar el país, cambiar de domicilio, la obligación de comparecer cada mes ante el juzgado, así como una fianza de 100 millones de guaraníes (25.000 dólares).
Si algo le faltaba al gabinete del obispo de los pobres y teólogo de la liberación al que la prensa y la izquierda latinoamericana presentaron como un mesías predestinado a redimir el Paraguay, era un estafador en su gabinete. Para confirmar el fiasco, obviamente.

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