viernes, 13 de marzo de 2009

Matar por Cannabis para complacer al Imperio

LUIS AGÜERO WAGNER- Buscando hacer buena letra ante sus amos del imperio, el gobierno del obispo Fernando Lugo sigue la masacre de campesinos paraguayos en San Pedro, para confiscar cannabis que luego será comercializado por la policía. Hoy las páginas periodísticas en Paraguay nos muestran a humildes campesinos paraguayos arrestados y vejados, grandes perdedores en la división del trabajo y aún más grandes perdedores en un negocio donde no caen los peces gordos. Pocos días antes de emprender el operativo policíaco que ha reflotado la tortura y las ejecuciones extra-judiciales en Paraguay, varios escándalos por ilícitos varios habían sacudido las filas de los uniformados. EL IMPERIO Y LA GUERRA CONTRA LAS DROGAS Ya a finales de los ochenta el senador John Kerry, quien luego sería rival de Bush en las elecciones del año 2004, había encabezado un comité de investigación que investigó la financiación de la Contra nicaragüense con dinero del narcotráfico, descubriendo en ello implicación de la CIA norteamericana. En su documentado libro EL IMPERIO SUBTERRÁNEO James Mills reveló los frecuentes devaneos de la CIA con las drogas como forma de financiación fácil, rentable e imposible de rastear: "No es necesario ser un detractor de la CIA para comprobar con creciente asombro cómo, uno tras otro, los grandes carteles de la droga de todo el m undo tienen vínculos de algún tipo con la inteligencia estadounidense". Los documentos que compromenten a la CIA con el narcotráfico se remontan al menos a la guerra de Corea. La financiación de la Contra es un caso emblemático y profusamente documentado. La operación de abastecimiento a la Contra de Nicaragua usaba aviones militares salvadoreños, entre 1984 y 1985, que aterrizaban y despegaban en una base aérea de El Salvador. La operación, dirigida por el célebre coronel Oliver North, implicaba cargar cocaína en aviones militares que la descargaban en una base aérea en Texas, para empezar la distribución. LA POLICÍA PARAGUAYA Y LA GUERRA A LAS DROGAS Los supuestos "operativos" como llaman a la represión desatada en San Pedro por Fernando Lugo y su ministro Rafael Filizzola, también tiene su historia en Paraguay, donde por lo general oficiales de la SENAD, la DINAR y la DEA norteamericana coordinan sus tajadas con lo incautado. La desaparición de parte del dinero de una transacción, sumado a los afanes de la DEA de constituir un poder paralelo en Paraguay con oficiales desvinculados de la SENAD, acabaron con el asesinato del general paraguayo Rosa Rodríguez en las calles de Asunción, el 10 de octubre de 1994 DURAS CRÍTICAS EN PROGRAMA MÁS ESCUCHADO El locutor Raúl Melamed volvió a criticar en su escuchado programa radial al gobierno del obispo Fernando Lugo por potenciar los verdaderos escuadrones de la muerte de los Antidrogas, intentando ganarse el favor de la embajada norteamericana. "Estos grupos como la SENAD (Secretaría antidrogas en Paraguay) son veraderos escuadrones de la muerte, que mantienen al país bajo el terror" dijo Melamed, en el programa de mayor rating en Paraguay. "No quieren perder sus rubros, están dispuestos a todo, ya viene un payaso de la ONU a aceitar la maquinaria, y seguro la prensa adicta a los dólares de la embajada norteamericana ya está preparando una infernal batería contra el cannabis, para mantener el país sometido al imperio" descargó también Melamed. LAS ENTREGAS VIGILADAS Y LA SENAD Que el asesinato del general Rosa Rodríguez fue un golpe de la embajada norteamericana, es uno de los secretos a voces en la sociedad paraguaya. El 10 de octubre de 1994, este militar paraguayo acabó asesinado en una operación destinada a infiltrar el cartel de Cali. El 2 de octubre, una semana antes, hombres de la DEA y la SENAD recogieron en una pista 756 kilos de cocaína trasnportados desde Colombia en una avioneta por Juan Viveros Cartes. Apenas salido de la prisión, Viveros fue reclutado por la DEA para infiltrar el cartel. Tras aterrizar en el Chaco la droga fue cargada en el auto de agentes de la DEA. El destino de la droga era la embajada norteamericana. El juez Angel Barchini, teórico conductor de la intervención, ni siquiera firmó las actas donde sólo hizo figurar 156 kilos. El resto iba al mercado negro, y las ganancias para el norte. La desaparición de la mercancía estalló en un conflicto de poderes entre la DEA, oficiales paraguayos desvinculados de la SENAD, y el gobierno paraguayo. El daño colateral fue el asesinato del general Rosa. Por si las cosas no estaban todo claras, la SENAD fue asumida por el general Juan Evaristo González, el mismo que presidía la investigación sobre la muerte de Rosa. El mérito fundamental de González es que había sido colaborador de confianza del general Andrés Rodríguez, ex socio comercial de Auguste Ricord, luego devenido en delator y presidente del Paraguay, en pago por sus servicios para desarticular a la organización de Oscar Roca, alias El Idolo, y su cartel de Santa Cruz de la Sierra en 1990. EL GRAN NEGOCIO GLOBAL El narcotráfico es uno de los primeros negocios más productivos del globo, que compite con la misma industria armamentista. Las siete potencias más poderosas son las que controlan el financiamiento, la distribución, el consumo y la reinversión. Los bancos de Estados Unidos manejan anualmente 300 millardos de dólares provenientes del narcotráfico, y blanquean en el mismo lapso 500 millardos de dólares de origen indeterminado. Movimientos financieros de tal magnitud no pueden ocurrir sin conocimiento de las altas esferas del poder en Washington. LAW

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